Un día maravilloso

Hoy era un día especial. Al mismo tiempo, difícil. Se trataba de comprobar si el resultado de la resonancia magnética realizada a mi hijo la semana pasada era bueno o malo. Se trataba de descartar una complicación grave asociada a su traumatismo. Y el resultado no podía ser mejor: todo está perfectamente y su recuperación va estupendamente. Todavía tardara unos meses en volver a llevar una vida normal, a correr y a saltar, a practicar los deportes que tanto le gustan... pero podrá volver a hacerlo, que es lo importante.

Al salir del hospital, para recoger el coche y volver por él, el sol me ha parecido más luminoso y cálido que antes, el cielo de un azul más intenso, el aire fresco y limpio, los gorriones que me han acompañado en el trayecto más eufóricos que de costumbre... hasta he visto a la gente dibujar sonrisas en sus rostros y los coches moverse sosegadamente por las calles, sin prisas... bueno, esto último ya se ha tratado de una especie de alucinación fruto de mi “colocón” emocional.

He utilizado para ilustrar esta entrada una pintura que ya tiene algunos años y a la que le tengo un especial cariño. Una obra que su contemplación me ayuda en muchas ocasiones a relajarme, a encontrar sosiego. Ahora al regresar a casa, he vuelto a hacerlo una vez más. Pero en esta ocasión la he visto desde otro prisma. Hoy he sentido las sensaciones que debe experimentar ese flamenco al deslizarse suavemente a unos centímetros del agua, con el cielo y las nubes bajo sus pies. Yo hoy me he deslizado con él, he sentido el viento resbalarse por mi rostro, la calidez del sol en una fresca mañana sobre mi cuerpo, la sensación de flotar... de volar. Hoy he vuelto definitivamente a la vida.

Perdonad que me haya extendido algo más de la cuenta, pero como todos los que me honráis con vuestra visita periódicamente por este vuestro blog, me habéis trasladado vuestro afecto y apoyo desde el primer instante, quería compartir esta alegría que hoy mi corazón no puede absorber en su totalidad. Gracias por estar ahí.

“Reflejos” Óleo sobre tabla 75 x 50 cm. 2004

Comentarios

  1. que bueno!!! hoy no te comentaré tu obra por creo está demás decirte lo bello que es, sólo quiero darte mi cariño a ti ,tu hijo y familia por la buena noticia,has trasmitido todas tus emociones en tus palabras, asi que más puedo decir con tan grandioso texto que me pensaré si te llevo también a mi rincón de escritores porque lo que expresas se nota en demasía que ha sido de corazón, enhora buena.

    un gran abrazo

    Paola

    ResponderEliminar
  2. Qué bien!!, Qué alegría y bellos sentimientos de padre nos transmites. Qué bien conocer y compartir estos actos de amor tan escasos en estos días; hace más ruido una bomba que una caricia...
    La imagen refleja esa libertad que se siente cuando existe verdadera paz...
    Gracias por compartir,
    Abrazos a ti y a los tuyos

    ResponderEliminar
  3. Hombre Lluís; esa noticia, al margen de la belleza natural y lograda del flamenco, hay que celebrarla con un buen vino que, además de colorear los mofletes como el rosa del flamenco, nos haga volar con una facilidad pasmosa.
    ¡Cuánta alegría Lluís, anda que no se te nota! Me alegro un montón!
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Me alegro muchísimo. No sé qué le pasó a tu hijo pero por tus palabras debió de ser grave. Celebremos hoy la luminosa vida pues. ¡Felicidades Lluís!

    PD: A mí ese flamenco también me transmite mucha paz.

    ResponderEliminar
  5. no sé qué le había pasado a tu hijo, Lluis, pero me alegro muchíiisimo que todo haya quedado en un susto y vuelva a sonreir la vida, con lo que màs importa, la salud!
    Un abrazo!
    cati

    ResponderEliminar
  6. Paola, gracias por tus palabras y cariño. Un abrazo.

    Evangelina, gracias a ti por pasar por aquí y dejar tu afecto. Abrazos.

    Javier, si, creo que se me nota bastante y a ti, como padre, imagino que no hace falta que te explique el porque. Son lo más bello que nos puede pasar como personas. Lo del vino, no se, no se... porque no bebo alcohol y creo que me colorearía en demasía además de poder hacer alguna burrada. Un saludo.

    Miazuldemar, si, aunque fue una fractura en la pierna no demasiado aparatosa, si que su recuperación es bastante delicada y, si bien lo peor ha pasado hay que seguir observando su evolución. Gracias por tus palabras. Un saludo.

    Cati, que bueno verte por aquí. Gracias por tu afecto. Un abrazo y abrígate que por donde andas tiene que hacer un frío que no veas.

    ResponderEliminar
  7. me alegro mucho que todo siga su cauce normal y que la recuperación de tu hijo vaya bien. Esta pintura ya la conozco, y en directo es una autentica pasada. Un fuerte abrazo amigo

    ResponderEliminar
  8. Hola, Lluis.
    Acabo de descubrir tu blog y debo decirte que me ha enamorado de inmediato.
    Esta pintura del flamenco me ha llamado poderosamente la atención porque me ha parecido preciosa. Luego he comenzado a leer y espero que tu hijo se haya recuperado en este casi un año transcurrido desde tu entrada.
    Solo decirte que cuentas con un seguidor más a partir de hoy.
    Un saludo,
    Paco Guerrero.

    ResponderEliminar
  9. Hola Paco y bienvenido.
    Gracias por tu comentario y por tu interés hacia mi hijo. He de decirte que se ha recuperado perfectamente.
    Pásate por aquí siempre que quieras, esta es tu casa.
    Un saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares