Ha empezado la fiesta de la Vida
Ya estamos en primavera y con ella se ha activado un proceso irrefrenable en todo ser vivo: dar continuidad a sus genes. Nuestros campos se han convertido en una auténtica fiesta de luz, color y música para celebrar y llevar a cabo este objetivo. Seguramente, uno de esos primeros seres que nos van anunciando la llegada de esta faceta crucial en la supervivencia de cualquier organismo, sea el pequeño y vivaz verdecillo (Serinus serinus). Ya a principios de enero viste las todavía desnudas ramas de los almendros de color amarillo y su chirriante y repetitivo canto se deja oír por todas partes. Emplea todas sus energías en proclamar su territorio, expulsar de él si procede a otros machos y agradar a la hembra a través de su vestimenta, su canto y sus vuelos mariposeantes.
¡Esta rama es mía! Grafito sobre papel Caballo, 19 X
Es la alegría de la huerta; además de los sotos, parques y jardines. Con esa prodigiosa siringe excesiva en decibelios, este pájaro tan pequeño junto con el chochín, podría formar el dúo más escandaloso del campo.
ResponderEliminarLa ilustración, tan viva y realista como siempre. Un artista.
Saludos.
Creo que es uno de los principales protagonistas de la primavera, ¡pues no tenía yo ganas de verlos ya este año! Y la verdad que no me han defraudado. ¡No paran de cantar ya por todas partes! Me gusta mucho la fuerza de este pajarín.
ResponderEliminarQué hermoso Lluis, increíble como tus trazos delicados y minuciosos regalan tanta vida a un trozo de papel.
ResponderEliminarFeliz Primavera!
Abrazos.
Hermoso retrato del cantor de las ramas desnudas. Ese fondo oscuro lo realza espectacularmente.
ResponderEliminarSaludos, Lluís.