Dulces sueños
En estos días he podido finalizar este grafito de estas pequeñas gatitas que duermen plácidamente arropadas entre esponjosos almohadones. Tranquilas. Juntitas, para compartir el calor de sus jóvenes cuerpecillos. Con sus necesidades satisfechas. Viendo la escena resulta difícil pensar que hasta hace unos días estos felinos andaban por las calles y seguramente engrosarían la lista de gatos abandonados que deben sortear todo tipo de peligros inherentes a estar cerca de los seres humanos para intentar sobrevivir. Pero tuvieron la inmensa suerte de cruzarse en el camino de mi hermano, que tiene la (sana) costumbre de recoger todo lo que se encuentra. Así, ahora, su futuro se presenta más seguro y confortable y eso, sencillamente, por una actitud diferente en ese encuentro. Podrían haber tropezado con alguien que les hubiera arrogado alguna piedra o propinado una patada o, en el mejor de los casos, les hubiera ignorado continuando su camino. Son unos felinos afortunados estos.
Y dibujándolos iba yo pensando en la similitud de estos ahora frágiles seres con la naturaleza en general. Por primera vez en la historia de la Tierra –y mira que han transcurrido ya unos cuántos años- la práctica totalidad de la Vida depende de lo que haga en los próximos años un ser vivo en concreto: nosotros. El que sigan poblando este magnífico planeta cientos, miles, que digo, millones de especies de plantas y animales depende por completo de cómo lo tratemos los humanos en estos años inmediatos. Su extinción será nuestra extinción. Su supervivencia, la nuestra. Así de sencillo. Como lo es también la solución. Sencillamente con un cambio de actitud. Sencillamente con volver la mirada hacia las otras vidas que comparten nuestro viaje en esta aventura. Como hizo mi hermano. Podía haberles propinado una patada y proseguir su camino. Pero decidió compartir la vida con ellos. Devolvió una pequeña parte de lo que la Vida nos da. Y con un esfuerzo casi inapreciable. Es tan fácil que creo que es lo que más duele cuando ves como nos estamos cargando el planeta azul en el que un buen día empezó a palpitar la Vida.
“Dulces sueños” Grafito sobre papel Schoellershamer duria glat 250 grs/m². 37 x
Estupendo grafito Lluís. No será un pis lo que se le escapa al gatito de la derecha. Yo tengo tres y son buena gente; un poco taciturna, pero buena gente.
ResponderEliminarHe visto tus galerías de obras en venta, de las cuales algunas no conocía. Espero que tengas suerte.
Abrazos
Potri
¡Primoroso!
ResponderEliminarNos has transmitido la imagen más conmovedora de la Vida.
Belleza exquisita en tu obra, y certeza cercana en tu texto.
Saludos, Lluís.
Si fotografiar a los animales ya nos hace estimarlos sobremanera, ¿cuánto más amor se sentirá por ellos al dibujarlos como tú lo haces? Celebro tu sobresaliente blog, del cual desde hoy mismo seré asiduo.
ResponderEliminarRamón García Durán
http://apuntesdenaturaleza.blogspot.com
Lluís, exquisito trabajo de grafito, como siempre.
ResponderEliminarEn cuanto al texto: lo mejor que se puede hacer, dado que estamos en navidad, es no gastar mucho... quizas sea lo mejor que podemos hacer por nuestro planeta.
Un abrazo, Fran
Quién les iba a decir a ellas que directamente de la calle iban a acabar protagonistas de un grafito, eternamente famosas en la red. Eso sí que es escalar en la vida :):)
ResponderEliminarComparto tus pensamientos. Y enhorabuena a tu hermano por ser tan sensible con otros seres vivos.
El grafito quedó genial, como era de esperar viniendo de tí, claro.
Saludos!
Si no dibujara algo para rellenar posts, me quedaría asombrado por tus trabajos. Pero, sabiendo lo que es cada veladura de lapicero convertido en horas, comprendo y valoro infinitamente más tu enorme capacidad de observación y aplicación a tus trabajos. Hace falta mucho detalle y, con mucha vista, para culminar tus obras con esa calidad tan evidente. Un gustazo.
ResponderEliminarSaludos.
Muy buen trabajo de nuevo, Lluís. Esperemos que la mentalidad del hombre vaya cambiando y ponga a nuestro planeta y a los seres vivos que lo pueblan en un lugar prioritario en su mente. Creo que ya va siendo hora... Un abrazo.
ResponderEliminarHoy es día de felicitaciones, para ti por este maravilloso dibujo tan realista y tan tierno y por un texto que suscribo totalmente y para tu hermano por haber acogido a estas dos gatinas, con él me siento totalmente identificada ya que yo en estos momentos tengo cuatro gatos en mi casa todos ellos recogidos en la calle, la última en Agosto de este año.
ResponderEliminarUn abrazo para ambos.
Gracias Antonio. No es pis, son unos rayos de sol otoñales que se deslizan en la sobremesa para caldear la siesta gatuna. Pero tienes razón que su caprichosa forma podrían inducir a que se trataba de otra cosa.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Fco. Javier por tu exquisitez al emplear las palabras.
Saludos
Gracias Ramón y bienvenido. Tus blogs no se quedan atrás. Me verás también a menudo por allí. Saludos
Tienes toda la razón, Fran. Hace falta una nueva mentalidad si queremos seguir existiendo. Un abrazo
Gracias Miazuldemar, sí, quién se lo iba a decir a ellas. Al menos han tenido suerte. Saludos
El gustazo es mio, Javier. Una, porque me encanta enzarzarme con los lapices y un papel e intentar conseguir aquello que me bulle en la cabeza, eso si, con mucho sufrimiento y trabajo, como bien dices y, otra, poder compartirlo con personas como todos los que tenéis a bien pasaros por aquí. Gracias
Saludos
Juan Carlos, tu si que eres magistral con tus pinceles y con tus palabras. Una charla de lo más interesante la tuya, en la que estoy de acuerdo.
Un abrazo
Gracias Manolo. Esperemos que cambie y sobre todo, que lo haga a tiempo. Hora ya es, desde luego.
Un abrazo
Gracias, Abedugu, por tu sensibilidad hacia estos animales que un día decidieron acercarse al ser humano.
Un abrazo para ti de parte de los dos.
Perdón Luís, quería decir en el gatito de la izquierda. La confusión es por no haber hecho la mili y, por lo que tampoco soy un hombre como dios manda.
ResponderEliminarAbrazos de nuevo.
Potri
Jajajajaaa Ahora si que me has terminado de arreglar, Antonio. Me tendrás que especificar un poco más, a ver si no me he dado cuenta yo y una de las arrugas del almohadón es un pis. Yo si que hice la mili, pero me dejó tarado, de ahí seguramente que no me entere y me vean como algo raro.
ResponderEliminarAbrazos
Un gran proceso y dedicacion te haz puesto para realizar la escenas de estos pequeños gatito que tu hermano a recogido.
ResponderEliminarCon paciencia,amor,realizaste una hermosa obra.
muy bueno!
Muito bom.
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