Una joya de los humedales mediterráneos

Mi primer encuentro, hace algunos años ya, con el fartet (Aphanius iberus) fue de manera causal. Hasta entonces, no sabía ni que existían. Andaba yo de paseo por los campos de una pequeña localidad vecina cuando al pasar cerca de una pequeña balsa de riego, observé como por las acequias que en esos instantes transportaban agua de la balsa a unos bancales cercanos, circulaban unos pequeños pececillos que iban a una muerte segura por inanición, al quedar desparramados por los bancales una vez la tierra hubiera saciado su sed absorbiendo toda el agua. Conforme pude recogí todos los que pude y los volví a llevar a la balsa. Posteriormente busqué información para saber aquel pez quién era. Cuál fue mi sorpresa al enterarme de que se trataba de un endemismo de nuestras tierras y que además se encontraba (y sigue encontrándose) en peligro de extinción. Vamos, toda una joyita única de nuestras aguas que estaba abonando algunos bancales.

En la ilustración puede observarse el gran dimorfismo sexual entre el macho (más colorido) y la hembra.