Ansías de primavera
Un día soleado en pleno invierno es
lo poco que necesitan los verdecillos
(Serinus serinus) para enzarzarse en
sus cantos frenéticos y sus vuelos “mariposeantes” reclamando la llegada de una
ya ansiada primavera. También los zorzales
charlos (Turdus viscivorus) andan
afinando sus flautas con el amanecer y algunas flores de los almendros se
atreven a asomarse a ver que acontece, mientras un suelo blanquecino por la
escarcha cruje bajo mis pasos.
Casi me parece que los estoy oyendo...
ResponderEliminar¿Serán también mis ganas de primavera?
Saludos.
Puede ser, puede ser, Jesús... pero vamos a darle tiempo al tiempo y a disfrutar mientras del invierno, que es lo que toca.
EliminarSaludos
Bonita ilustracion.Saludos
ResponderEliminarGracias Isidro.
EliminarSaludos
Un gran comentario sobre esta ave
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Juani. Celebro que te guste.
EliminarSaludos
Ya se te han quitado las ganas de invierno Luis? :) Este año la primavera promete, pero yo sigo prefiriendo las frias tardes de la marisma con luz perfecta. Los verdecillos muy chulos, pero después de ver ese roquero rojo en el facebook.... cualquier otra cosa me parece insuperable. UN abrazo compañero!!
ResponderEliminarPara nada José. El texto que acompaña la ilustración es un fiel reflejo del acontecer estos últimos días por mi tierra. No se si en tierras andaluzas ocurrirá igual, pero aquí los verdecillos se vuelven locos por estas fechas en los días soleados, aunque la temperatura sea -1ºC y algunas clases de almendros ya están despertando sus flores, aunque está osadía la suelen pagar cara, pues todavía ha de venir mucho frío y duras heladas y estos árboles madrugadores pierden la futura cosecha.
EliminarPersonalmente me gustan todas las estaciones y las intento disfrutar al máximo. Cada una tiene sus aromas, sabores, olores, sensaciones, luces... Así, que como bien dices, a disfrutar del invierno.
Un abrazo
Demasiadas prisas para la primavera!,todo ha su tiempo, si no, todos hiremos locos,con el metabolismo y los biorritmos alterados.Hay que aprovechar también los encantos del invierno que en esta Península Ibérica para mi,és demasiado corto.En LLeida los verdecillos empiezan a cantar a finales de febrero,que por cierto, te han quedado muy vistosos.
ResponderEliminarTienes toda la razón, Marc. En Alicante, en las zonas costeras en las que la temperaturas son más cálidas, te puedes encontrar nidos de verdecillo ya a finales de diciembre. Yo estoy más al interior y la cosa se retrasa a mediados de febrero si hay temperaturas suaves, aunque en enero es ya bastante normal oírlos enzarzados en sus cantos. El invierno no es el mismo según la zona de la Península en que nos encontremos.
EliminarSaludos
Por aquí no parece un invierno del todo. Las copiosas nevadas en la sierra de Gredos se hacen rogar, y como dices, los que se adelantan lo pueden pagar caro. Yo disfruto mucho del invierno, es una estación para "contraerse". Que roquero rojo comenta Senci, que so creo que no he visto?
ResponderEliminarLos verdecillos preciosos... con un plumaje impecable.
Un fuerte abrazo querido amigo.
Potri
En estos días parece que está llegando el invierno, ¿verdad? Si, yo también disfruto de esta estación, bueno, de todas... cada una tiene sus cosas especiales y únicas.
EliminarEl roquero es una obra de hace unos años y que me parece que se me ha despistado aquí en el blog.
Otro abrazo para ti, apreciado amigo.
Ya está al caer su cascada estridente Lluís.
ResponderEliminarEl otro día pude ver a los mirlos acuáticos que ya volaban enredando.
Saludos.
Si, basta que el invierno dé unos días de tregua para que se empiecen a calentar motores, preludio de lo que vendrá en unos meses.
EliminarSaludos, Javier.
Uma beleza de desenho que promete iluminar a chegada da primavera... ainda tardia, não?
ResponderEliminarBeijos e flores.
Na verdade, temos de esperar até meados de março para a primavera começa oficialmente.
EliminarBeijos.
Qué bonitaaa!!!.. Me encanta.. Enhorabuena..
ResponderEliminarGracias Ana. Me alegro de que te guste.
EliminarSaludos
Ya los pude oír en Valladlid estas navidades. Supertemprano!!
ResponderEliminarY algún triguero también se animaba al cante...
Precioso dibujo.
Si, el invierno está tímido o es que ya se empieza a notar lo del cambio climático, aunque muchos duden de ello.
EliminarGracias y un saludo.
En estas ilustraciones se oye el silencio, se huele la tierra. Qué lujo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Ana.
EliminarSaludos
Es una ilustración magnífica. Me encanta. Parece que vayan a salir volando del papel.
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