Mirada nocturna al amanecer
Por fin he dado por finalizada la obra que en los últimos días os he ido mostrando diferentes fases de su proceso. En esta última etapa, he seguido trabajando la rama de la derecha y la que aparece de frente, cortada. Acompañado de remates aquí y allá, en unas partes con lápices blandos, para oscurecer y en otras, con grafitos más duros para enfatizar detalles o texturizar algunas partes oscuras.
Esta mañana, dando el paseo de costumbre, me he vuelto a encontrar con uno de los mochuelos. He estado unos minutos contemplándolo. Él ha hecho lo propio. Le he agradecido profundamente el estar ahí, pues si no hubiese sido de otra manera, la obra que poco después terminaría no habría existido. Me he dado cuenta a raíz de esto, que si no hacemos nada y la vida que tenemos a nuestro alrededor va desapareciendo, dejaré de pintar, pues no tendré motivo para hacerlo.
Pues fijaté Lluís, que estaba esperando la conclusión del trabajo y ...me quedé con las ganas. No sé donde puse la zarpa que, se han bloqueado ciertas imágenes y me he quedado en la quinta sesión.
ResponderEliminarMe jo..no poder ver el detalle del acabado así que, me conformaré con la última sesión en la que se adivina de sobras la intención.
Saludos.
Precioso. Muy bonito el grafito.
ResponderEliminarQué gran verdad dices al final. Pocas cosas hay tan especiales como lo que describes, cruzar tu mirada con la del mochuelo y agradecerle mentalmente el estar ahí. Qué pena que muchos no sepan apreciar o sentir estas cosas, así que hay que luchar por ellas, claro que sí!!
Un saludo Lluís.
Javier, te he mandado la imagen final a tu correo, espero que puedas verlo ahora.
ResponderEliminarGracias, Mamen. Si, creo que es lo más especial del encuentro con otras vidas. El enriquecimiento interior que te produce ese instante y, máxime cuando la otra parte también parece disfrutar de ese encuentro, ya que, desgraciadamente, en la mayoría de las ocasiones salen despavoridas al topar con un ser humano, fruto de nuestra relación destructiva desde hace tanto tiempo con toda vida existente.
Gracias por pasarte. Saludos
Cómo voy a dibujar si me quitais las ganas.
ResponderEliminarHa quedado genial.
Saludos.
Uff, que envidiaaaaaaaaaaaaaaaaa... un día de estos me tiro de cabeza y pruebo. Con el oleo ya quedó claro que no valgo "na de na".
ResponderEliminar¡¡ Que manera de darle, chico!!, FELICIDADES.
Lluis:
ResponderEliminarVaya pedazo de grafito. Enhorabuena. Pienso que la reflexión de tu post es muy conveniente. A veces se me pasa la misma idea de dejar de pintar naturaleza por lo complicado que me resulta rodearme de ella en buen estado de salud. De todas formas esto da sentido a lo que hacemos. Somos un vehículo de conexión entre las personas y el mundo natural.
Un abrazo
Hola Lluis,
ResponderEliminarCoincido con los demás en que tu trabajo es muy bueno. Y también he pensado más de una vez que sería triste que en futuro para admirar la naturaleza solo tengamos un centenar de fotos y un par de cuadros o esculturas.
Un saludo.
Gracias Erinia. Todo es ponerse. Animo.
ResponderEliminarEn efecto Gabriel, nuestra forma de gritar al mundo la belleza de este mundo y la necesidad de que cambiemos de actitud y la cuidemos es a través de nuestros pinceles, lápices y pigmentos. Gracias.
Fran, gracias por tu visita y por tu comentario. Si, realmente será una terrible tristeza si algún día para pintar vidas, haya que recurrir a los archivos de imágenes. Significara que no hemos sido capaces de rectificar.